UN GRAN POTENCIAL PARA NO DESCUYDAR:
NUESTRA CARNE DE CUY
Elaborado por: Grupo INVESCO
En las humildes
casas del ande peruano, escondido tras el calor de las cocinas, desde
tiempos remotos un animal ha dormido junto con su potencial aun por
explotar, este animal al que hago referencia no es otro que nuestro
representativo Cuy.
El Cuy, nuestro
cuy, ha significado desde siempre una fuente inestimable de proteínas
e ingresos para las familias peruanas de más escasos recursos,
convirtiéndose en uno de los pilares más importantes para su
subsistencia y autosostenimiento.
Ese papel
fundamental que juega el cuy en la economía familiar no se ha perdido,
sin embargo, en la actualidad para beneficio de sus criadores este
papel se ha reorientado, como resultado de las oportunidades que el
mercado nacional y extranjero ofrecen.
Ahora, su crianza
es una oportunidad real de negocio y se esta dinamizando con el
objetivo de cubrir la demanda insatisfecha de su carne.
Evidentemente,
alcanzar ese objetivo no es una tarea fácil mas aun si la mayor parte
de la producción de cuyes lo realizan pequeños productores en forma
domestica y sin ningún criterio técnico, consiguiendo con ello un
producto poco competitivo y de baja calidad.
No obstante, estas
debilidades son superables si se consigue asociar a estos productores,
asegurando una crianza planificada técnicamente, como lo ha demostrado
INPESAC (Inversiones Peruanas Sociedad Anónima Cerrada), a través de
su experiencia exitosa en Huancayo.
UNA EXPERIENCIA EXITOSA LLAMADA INPESAC
La empresa INPESAC,
localizada en el centro de nuestro país, ha organizado toda una red de
pequeños productores (provenientes en su mayoría del Valle del Mantaro)
a quienes asesora y brinda apoyo técnico en la producción del cuy.
Además, les compra toda su producción siempre que el producto cumpla
con los estándares mínimos exigidos por la empresa.
La estrategia
abordada por INPESAC ha sido la formación de clusters y en ello ha
radicado su éxito. En la actualidad, la empresa exporta cuy congelado
a Estados Unidos y últimamente ha desarrollado un nuevo producto: la
carne de cuy en conserva, con presentaciones en salsa de pachamanca y
maní, el mismo que viene introduciéndolo en el mercado local con
buenos resultados. Este novedoso producto representa una alternativa
de consumo diferente a la de las presentaciones convencionales de la
carne de cuy, y sus posibilidades de éxito parecen ser inmensas.
La carne de cuy
tiene grandes potencialidades en el mercado internacional pues es una
carne de calidad nutricional formidable; pero si a este buen producto
no le sumamos oferta exportable, es como si tratásemos de conducir un
coche sin gasolina, en otras palabras nos seria imposible avanzar y
por ende crecer en otros mercados. Es por ello, que experiencias como
la de INPESAC deben replicarse en todo el país, para generar una
oferta exportable competitiva y con calidad que la cavicultura
comercial necesita.
POTENCIAL DE LA
CARNE
La
carne de cuy se caracteriza por ser una carne rica en proteínas (21%)
y a la vez pobre en grasas (7%), ofreciendo una serie de beneficios
nutricionales para quien lo consume. Su bajo contenido en grasas lo
hace consumible por personas que padecen de obesidad y enfermedades
cardiovasculares (siempre y cuando su ingesta sea con moderación).
En
ese sentido la carne de cuy, responde a la gran demanda actual por
aquellos productos de mínimo aporte calórico y bajo contenido graso,
como consecuencia de la toma de conciencia del público por llevar una
vida mas sana y de esa forma no ser alcanzados por esta epidemia
silenciosa llamada Obesidad que día a día cobra victimas en todo el
mundo.
Uno de cada tres
jóvenes consume productos “Light”, seis de cada diez hogares los
procuran consumir y mas de 5 mil productos de este tipo están listos
en los anaqueles de
los principales
supermercados para ser adquiridos todos los
días. En definitiva, el consumo de los productos denominados “Light” y
la obsesión por la delgadez, son situaciones del mercado que presentan
una tendencia positiva creciente y lo más probable es que sigan
creciendo. La carne de cuy podría ser considerado como tal, en
comparación con otras carnes y este seria factor importantísimo para
su internacionalización del Perú hacia el Mundo.
La gran mayoría de
las carnes del mercado nos ofrecen por encima del 10% de grasas, en
ese sentido la carne de cuy podría ser una alternativa más saludable
para el consumidor sin que ello signifique dejar consumir proteína
animal; por lo tanto, parece ser que la “carnecita” del negocio esta
en difundir esas fortalezas de su carne.
CRIANZA TECNIFICADA
Existen varias limitantes en el desarrollo del sector cavícola; así
tenemos que el 95% de los productores se encuentran bajo el sistema de
crianza familiar, presentando por tanto bajos índices de producción y
productividad; mientras que el 5% son criados en un sistema comercial
y familiar-comercial. Otra limitante es la poca definición de su
mercado, el cual se presenta frágil y estacional supeditándose al
consumo de carne de cuy en festividades.
Ante
tales limitantes, una vez mas la Capacitación, se convierte en un
elemento clave para revertir esta situación. La falta de tecnicismo en
el manejo es la principal debilidad de los nuevos criadores y los ya
existentes, pues existe un desconocimiento de las prácticas que se
efectúan en una crianza comercial para una adecuada alimentación,
higiene, mejoramiento genético y control poblacional.
Ante
ello muchas instituciones locales entre ellas empresas privadas como
INPESAC, brindan capacitación a criadores del centro del Perú con la
promesa de adquirir su producción, siempre y cuando cumplan con los
estándares de calidad requeridos tales como peso, tamaño, rendimiento
e inocuidad evitando el uso excesivo de medicamentos durante la
crianza.
El centro del país,
presenta un gran potencial para el desarrollo de la crianza de cuyes,
que de ser explotado contribuiría bastante al desarrollo
socioeconómico de la región. Criar cuyes no requiere de mucha
inversión pues para la construcción de las instalaciones pueden
utilizar materiales de la zona, asimismo por ser una zona dedicada
ampliamente a la agricultura tendría forraje en abundancia para la
alimentación de los cuyes a bajo costo.
Tecnificar la
crianza y dar valor agregado a nuestro cuy, deben ser los objetivos
que persigan los cluster que en la actualidad se están formando, esto
permitirá aprovechar a todos los cuyes que se produzcan tengan poca o
mucha carcaza, lo que significaría una mejora en la competitividad del
sector y el avisoramiento de un mercado internacional cada vez mas
cercano.